En agosto de 1975 los jugadores de fútbol decretaron un paro. Hubo cuatro partidos, con equipos integrados por juveniles. River se consagró campeón en esa fecha, aunque los pibes de aquel equipo no triunfaron en sus carreras, marcados por haber boicoteado la huelga. Para los futbolistas, quedó como saldo la vigencia del Estatuto que les aseguró derechos básicos como trabajadores.
“Si el pasado no tiene nada que decir al presente, la historia puede quedarse dormida, sin molestar, en el ropero donde el sistema guarda sus viejos disfraces”, decía Galeano en el libro de los abrazos. El recuerdo de aquella huelga de futbolistas merece repasarse, en momentos en los que el futuro presidente (cualquiera que sea) embiste contra el derecho a huelga , los convenios colectivos y/o contra la acción colectiva.
River estaba a un triunfo de consagrarse campeón de aquel torneo metropolitano; necesitaba del triunfo en el partido contra Argentinos Juniors para romper una larga racha de 18 años sin conseguir un título.
Sin embargo, antes de que se jugara la fecha decisiva, los futbolistas decretaron un paro. El principal reclamo era la firma del primer Convenio Colectivo que estableciera derechos básicos para todos los jugadores profesionales.
La AFA decidió entonces que la fecha debía jugarse a cualquier costo. Los clubes obedecieron, poniendo en la cancha a juveniles, acusando recibo de la amenaza de la dirigencia afista de que se descontarían los puntos.
A pesar de la amenaza, sólo se jugaron 4 partidos. Uno de ellos fue el que protagonizaron los millonarios y los bichos colorados de la Paternal; los otros equipos fueron Boca, All Boys, Vélez, Rosario Central, Racing y Colón.
Uno de los juveniles del River de entonces, que sería clave en el resultado deportivo, contó que a la mañana del 14 de agosto los amateurs fueron trasladados para concentrarse en el estadio Monumental, sin que les dieran demasiadas explicaciones.
El equipo millonario formó ese día con Alberto Vivaldo;Orlando Ponce, Luis Alberto Jometón; Rodolfo Luis Raffaelli, Héctor Norberto Bargas (reemplazado por Sergio Gigli), Fernando Zappia; Leonardo Labonia, Rubén Mario Cabrera, Ramón Orlando Gómez, Rubén Norberto Bruno y Francisco Groppa (reemplazado por Luis María Giménez).
El partido terminó 1 a 0, con gol de Bruno, el mismo que contó cómo los habían llevado a la concentración aquel día. Pero de esos 11 jugadores, sólo Vivaldo tuvo una carrera en primera división, Todos llevaron el estigma de haber sido “carneros” de la huelga, como los llamaron los futbolistas profesionales de entonces, adoptando un término arraigado en las luchas sindicales.
Bruno jugó un total de 22 partidos en el profesionalismo (12 en River y 10 en Los Andes), de acuerdo a los registros de la Base de Datos del Fútbol Argentino. Los que mayor trayectoria alcanzaron fueron el citado Vivaldo y Rodolfo Raffaelli, quien jugó 81 partidos en Atlanta y terminó su carrera en 1990 con la camiseta de Defensores de Belgrano.
La medida de fuerza duró 4 días, y el Ministerio de Trabajo había dictado la conciliación obligatoria.
Como consecuencia de la medida, se dictó el primer Convenio Colectivo para los futbolistas, que lleva el número 430/1975.
Este artículo fue publicado originalmente en ANCLA-LA. Fue modificado levemente para actualizarlo