El gobierno de Milei gasta en aviones de combate más de lo que necesitan las universidades o lo que cuesta comprar libros para alumnos.
Durante años, sectores opuestos al peronismo le atribuyeron a dicho movimiento la consigna “alpargatas sí, libros no”. Con ello se apuntaba al supuesto anti intelectualismo del espacio creado por Juan Perón. Esa lectura es debatible, aunque sobre escasos elementos fácticos. En cambio, más allá de los discursos, las medidas del actual gobierno argentino expresan un marcado desinterés por la cultura y por la educación.
Rara vez las manifestaciones de los referentes políticos cuestionan el valor de la lectura o de la educación. Pero hay algo más concreto que las palabras: cuando son gobierno ¿cuántos recursos destinan a esos temas y cuánto representan en relación con otros gastos?.
Según La Nación, citando fuentes castrenses, la compra a Dinamarca de 24 aviones de combate F-16 compromete nada menos que u$d 650 millones que el Estado bajo mando libertario abonará al país nórdico. En el mismo artículo se consigna que la hora de vuelo de cada una de esas aeronaves requiere u$d 20.000.
El dinero comprometido por el gobierno para adquirir estos aviones permitiría pagar más de un año y medio de presupuesto de funcionamiento actualizado de las Universidades Nacionales. Aún con el último anuncio realizado por el oficialismo, el monto mensual de transferencias a las casas de estudio llegaría (de concretarse) a los $14.403.479.661.-, según consignó Ámbito Financiero. Pero esa cifra no alcanza a cubrir la caída del presupuesto en términos reales, que debería ser aproximadamente del doble para asemejarse al del año pasado actualizado por inflación, ya que la inflación interanual medida por el IPC sumó 287.9%. El gasto en los aviones, a la cotización oficial del dólar al momento de escribir este artículo ($914), representa algo más de 594 mil millones, lo que equivale a un poco más de 41 meses del monto dispuesto por el gobierno, o más de 20 meses de presupuesto en los niveles del año pasado.
Cabe destacar que el incremento de fondos para funcionamiento de las universidades anunciado por el gobierno (y falsamente presentado como un “acuerdo” por la prensa servil al gobierno) está muy lejos de cubrir la licuación de los recursos de las Casas de Estudio, que está en los niveles más bajos desde que se tiene registro, de acuerdo con lo analizado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). Por otra parte,
El costo del vuelo de esos artefactos también representa una suma que para nada condice con la asfixia presupuestaria de las universidades y otras reparticiones. Si cada uno de los aviones se usa apenas durante 2 horas, el gobierno destinaría 877 millones de pesos.
Libros, no
Casi en simultáneo con la visita a Dinamarca del Ministro de Defensa Luís Petri, se conoció que el gobierno de Milei dio de baja la adquisición de 14 millones de libros literarios y de texto que debían entregarse en propiedad a alumnos de los niveles inicial, primario y secundario de todo el país, como parte del programa “Libros para Aprender”. La selección de los título se realizaba en dos instancias y con la participación de personas designadas por las 24 jurisdicciones, conforme a la resolución 3345/2021 del entonces Ministerio de Educación Nacional.
Como en otros recortes, el gobierno justificó el cierre efectivo del programa en supuestas irregularidades. Sin embargo, en lugar de demandar a ex funcionarios que eventualmente hubieran incurrido en prácticas ilegales, la gestión mileicista decidió directamente impedir que alumnas y alumnos accedieran al material.
El costo del programa era de $100.000 millones en todo el año, según el informe gubernamental consignado por La Nación justificando la decisión. Eso implica que la compra de los aviones demanda al país el equivalente a casi 6 años de ejecución del programa.
